Un cambio normativo permitió a TGS presentarse para la ampliación del gasoducto Perito Moreno

La transportista de gas fue descalificada hace tres años por Enarsa para una obra similar por incumplir un requisito que Milei derogó.

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Post Energético

Tras la apertura de sobres realizada la semana pasada, la empresa TGS se encamina a quedarse con la ampliación del Gasoducto Perito Moreno, un proyecto de 700 millones de dólares que la compañía había presentado como iniciativa privada hace más de un año atrás y que fue incluido en el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI).

La transportista, propiedad de las familias Mindlin y Sielecki, fue el único oferente en la compulsa que lleva adelante Enarsa, por lo que todo indica que finalmente se hará con la construcción de tres plantas compresoras y la operación por los próximos 15 años del caño inaugurado en 2023. 

De acuerdo al cronograma -que ya sufrió modificaciones por una prórroga- Enarsa ahora cuenta con 75 días para llevar adelante la adjudicación de la obra, a la que la empresa que gane debe aportar financiamiento. Antes de eso, debe abrirse el sobre con la propuesta económica del proyecto que se desarrollará utilizando la traza actual del ducto que une Tratayén con Salliqueló, a lo largo de 573 kilómetros, para llevar más gas del corazón de Vaca Muerta al sur de la provincia de Buenos Aires, donde se conecta con la red troncal. 

Con estas obras, ex gasoducto Kirchner pasará de una capacidad actual de transporte de unos 21 millones de metros cúbicos por día a 35 millones y la empresa que gane podrá disponer de ese volumen adicional. 

La experiencia fallida de TGS

Sin embargo, la propia TGS fue descalificada hace 3 años, cuando se presentó para llevar adelante la planta compresora de Mercedes, una obra complementaria del entonces gasoducto Néstor Kirchner, que finalmente terminó ganando Esuco. 

En aquella oportunidad, la oferta técnica de TGS fue rechazada por Enarsa –en aquel momento conducida por el ahora massista Agustín Gerez- por no poseer la capacidad económico-económica financiera requerida por los pliegos, en referencia a un certificado que otorga el Registro Nacional de Constructores en el que se acredita que el oferente había firmado contratos por montos similares, una manera que existía de evitar que empresas sin los recursos suficientes pugnara por obras que no podría realizar.    

El dictamen donde Enarsa desestimó en 2022 la oferta de TGS para hacer una planta compresora del GPNK.

No obstante, este requisito no fue incluido en los pliegos que lanzó Enarsa para ampliar el actual Gasoducto Perito Moreno porque mediante el Decreto 105/2025 Milei suprimió el el Registro Nacional de Constructores de Obras Públicas y el Registro Nacional de Firmas Consultoras de Obras Públicas para reemplazarlos por una base unificada, quedando sin efecto el requisito de la capacidad de contratación. 

Desde la empresa explicaron que para la construcción de plantas compresoras y de ductos, TGS tiene probada capacidad técnica y de contratación sumado al respaldo financiero que es público y notorio. Además señalaron que la compañía nunca fue descalificada por su condición técnica, si no por una normativa que obligaba a poseer capacidad de obra pública.

Una licitación internacional con un solo interesado

En el sector no son pocos quienes apuntan en voz baja que al mezclar en una misma compulsa la construcción y la operación, el universo de oferentes en carrera se redujo en forma significativa, más si se tiene en cuenta que tampoco se presentaron empresas extranjeras. 

Es que casi no existen compañías que en forma simultánea tengan experiencia en el emplazamiento de plantas compresoras y en la operación de al menos 200 kilómetros de gasoductos de 20 pulgadas de diámetro o más, como exigía el pliego elaborado por la empresa que conduce Tristán Socas, mientras está en proceso de desguace y cierre. 

Los requisitos de antecentes para la ampliación del Perito Moreno.

En consecuencia, en el mundo de las constructoras que TGS haya sido el único oferente en la primera obra de la gestión libertaria estuvo lejos de ser una sorpresa y no son pocos quienes descuentan que la transportista, a quien el Gobierno acaba de prorrogar por 20 años la concesión, no tendrá contratiempos para quedarse con el proyecto