Fernando Pini, director del Grupo Desa, también expresó el temor por una fuerte suba del precio “spot” que las distribuidoras no puedan trasladar a los usuarios.
Fernando Pini, director del Grupo Desa, también expresó el temor por una fuerte suba del precio “spot” que las distribuidoras no puedan trasladar a los usuarios.

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Mientras la secretaría de Energía pone a correr el reloj para implementar desde el mes que viene la reforma del mercado eléctrico, el Grupo Desa, uno de los más importantes en el segmento de distribución, planteó sus reparos y advirtió por el riesgo de que se hagan contratos en dólares con los generadores con tarifas en pesos.
Durante su paso por Energy & Renewable Day, organizado por EconoJournal, Fernando Pini, director del grupo que incluye las principales empresas de distribución en la provincia de Buenos Aires, reflexionó acerca de los lineamientos del ambicioso plan de María Tettamanti para reducir la regulación estatal e incrementar la competencia en el sector eléctrico.
El ejecutivo se mostró preocupado de que se “eleve” el precio spot de “una manera que nosotros frente a los reguladores no vamos a poder pararnos y establecer ciertas condiciones de pass though (traslado a tarifas)” y recordó que la “neutralidad tarifaria” que significaba la transferencia de los costos de abastecimiento a la demanda, que “hoy está teniendo que ser muy observada”.

“Si no tenemos una estructura tarifaria y una buena ecuación económica financiera para adaptar nuestros sistemas, incorporar la medición inteligente, establecer parámetros de calidad que tienen que ser muy diferentes a los actuales, no vamos a poder acompañar la transición energética”, destacó Pini.
El directivo del grupo que incluye Edelap, EDES EDEA, EDEN y EDESA remarcó que “venimos de un proceso de congelamento tarifario por las leyes de emergencia dictadas por el Gobierno Nacional y adaptadas por las provincias que nos llevaron a ser una especie de colchón de impacto sobre los precios finales que terminaron siendo un problema para el distribuidor como agente en el mercado eléctrico mayorista”.
“Somos el segmento que restringió su rentabilidad y nuestras capacidades de operación a partir de que la economía regulada no nos permitía la remuneración correcta”, destacó Pini y agregó: “La mochila del pasado la está cargando el sector de distribución”. “Necesitamos una macroeconomía y una regulación con cierta flexibilidad que nos permita generar un proceso adaptativo sin dañar ningún tipo de interés en juego”, concluyó el directivo del Grupo DESA.
