La empresa mendocina, que fue la primera privatización de la gestión Milei, cerró 2025 con un balance donde busca posicionarse como actor estratégico a nivel internacional en energía, infraestructura portuaria y tecnología nuclear.
La empresa mendocina, que fue la primera privatización de la gestión Milei, cerró 2025 con un balance donde busca posicionarse como actor estratégico a nivel internacional en energía, infraestructura portuaria y tecnología nuclear.

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Post Energético
IMPSA, empresa privatizada que fue adquirida en febrero por el fondo IAF, presentó su balance 2025, luego de 10 meses trabajo que estuvieron fundamentalmente centrados en la reestructuración de una deuda de U$S 583 millones que asumieron los nuevos propietarios.
En un comunicado, la empresa con sede en la localidad mendocina de Godoy Cruz destacó que uno de sus hitos fue la reestructuración de la deuda de IMPSA “en tiempo récord, un proceso complejo que se llevó adelante con éxito y que constituye una señal clara de confianza y credibilidad en la nueva gestión. Este logro permitió ordenar la estructura financiera de la compañía y sentar bases sólidas para su plan de crecimiento y expansión.”
De acuerdo con la información remitida a la Comisión Nacional de Valores, el nuevo Acuerdo Preventivo Extrajudicial alcanzó una deuda total de US$ 583 millones y obtuvo la adhesión del 98,12% del monto de la denominada deuda elegible, superando las mayorías exigidas por la Ley de Concursos y Quiebras. Este acuerdo es una condición central del plan de negocios del consorcio IAF, liderado por la estadounidense ARC Energy.

Como parte del posicionamiento de la empresa como un actor estratégico a nivel internacional en el sector de energía nuclear, IMPSA trabaja actualmente en proyectos conjuntos con Nucleoeléctrica Argentina S.A. y con Dioxitek S.A., acuerdos que son posibles gracias a sus capacidades como proveedor de componentes y soluciones críticas. En ese sentido, IMPSA avanzó en conversaciones con el Departamento de Energía de los Estados Unidos para poder integrarse a la cadena de valor del sector nuclear.
Hoy, la empresa mendocina busca volver a ser vista “como una empresa global, con presencia activa en mercados de alta exigencia tecnológica y con una gestión orientada a la previsibilidad, la transparencia y la ejecución.” La apertura de oficinas en Buenos Aires, Miami y Houston, el regreso al mercado de grúas en Estados Unidos -uno de los más competitivos y relevantes del mundo-, la participación en licitaciones de centrales hidroeléctricas en distintos países, y la presencia en muchos de los principales foros mundiales como el Clean Currents, la World Nuclear Exhibition y el AAPA Ports, son muestras del fortalecimiento de la presencia internacional de IMPSA.
El plan de expansión de la compañía se basa en un 2025 con ejecuciones y entregas concretas de proyectos emblemáticos: la rehabilitación integral de la Unidad Generadora 4 de Yacyretá, el reactor de hidrodesulfuración para YPF, el Parque Solar Helios Santa Rosa II, el desarrollo de la planta piloto de hidrógeno para Y-TEC y la modernización de la Central Hidroeléctrica Quebrada de Ullum en San Juan, entre otros.