Los mandatarios provinciales invertirán unos USD 50 millones en las obras pendientes del Gasoducto Cordillerano, que permitirá 12 mil conexiones nuevas en 25 localidades.
Los mandatarios provinciales invertirán unos USD 50 millones en las obras pendientes del Gasoducto Cordillerano, que permitirá 12 mil conexiones nuevas en 25 localidades.
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Los gobiernos de Neuquén, Río Negro y Chubut encabezaron la firma del acta de inicio de las obras pendientes del Gasoducto Cordillerano, un reclamo histórico de la región que permitirá nuevas conexiones domiciliarias.
En la ciudad de Rawson, capital de Chubut, el mandatario local, Ignacio Torres, y sus pares Alberto Weretilneck de Río Negro y Rolando Figueroa de Neuquén, acordaron el comienzo de las obras con la empresa Camuzzi, responsable de la distribución, y representantes del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas).
El documento rubricado implica la puesta en servicio y habilitación para el invierno del año que viene de la ampliación de capacidad de transporte del sistema Cordillerano Patagónico, una obra clave que, en Neuquén, permitirá llevar gas natural a Villa La Angostura, San Martín de los Andes, Junín de los Andes y otros lugares del sur de la provincia. Incluyendo Río Negro y Chubut, se beneficiarán más de 12.000 hogares, escuelas y hospitales de 25 localidades donde hoy el sistema está colapsado.
Las obras demandarán una inversión estimada de 50 mil millones de pesos, de los cuales el Banco Provincia del Neuquén (BPN) otorgó esta semana un préstamo de 12.400 millones de pesos a la empresa Camuzzi para ejecutar los trabajos, mientras que el Banco del Chubut financiará a la firma un monto similar.
Hace un año, esos gobernadores firmaron con el entonces secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, la transferencia de la obra ante la negativa del Gobierno Nacional y de Enarsa de completar los trabajos en las plantas compresoras de Río Sanger y Gobernador Costa, que se habían acordaro hacia finales de 2023 por la gestión anterior. Incluso ya se habían adquirido los equipos turbocompresores y se los había trasladado en guarda a los lugares donde serían emplazadas.
En su discurso, Figueroa destacó que “los patagónicos seguimos poniendo el hombro y paradójicamente, después de nutrir de energía a la Argentina, nuestros vecinos no pueden tener gas en la zona cordillerana”. “Estas son las injusticias que duelen y que nos hacen a los patagónicos estar más unidos que nunca”, aseguró.
Por su parte, Torres resaltó que “estamos hablando de resultados tangibles” y destacó la inversión que se realizará con el objetivo de lograr el próximo invierno “no padecer más estos trastornos que genera no tener acceso a algo tan indispensable y básico como es el gas”.
“Lo vamos a resolver con decisión política de encarar el problema, porque sería más fácil quejarnos y decir que esta obra la tendría que haber hecho el gobierno nacional. Nos sentamos, nos pusimos de acuerdo y encontramos un esquema de apalancamiento financiero para poder realizar esta obra tan necesaria”, agregó el gobernador de Chubut.
Por su parte, Weretilneck opinó que “a veces cuando nos toca afrontar y resolver temas como el que estamos hablando, a uno le da una mayor dosis de rebeldía, porque sabemos la importancia que tiene la Patagonia en el sistema energético nacional”.
“Todo el sistema energético en nuestro país funciona y existe por lo que produce la Patagonia. Por eso esta obra tiene una importancia trascendental”, afirmó el mandatario rionegrino y remarcó la relevancia de la ampliación del gasoducto porque un rasgo característico de la Patagonia “es el crecimiento permanente”.