Las amenazas para el GNL argentino y la ventana de oportunidad, según una consultora internacional

Especialistas de Argus Media alertaron por el aumento de la producción de Estados Unidos y la desaceleración de la demanda de Asia pero resaltaron el potencial del mercado brasileño.

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Post Energético

El enorme potencial del gas de Vaca Muerta y el impacto que puede tener para motorizar la economía argentina y generar divisas parece fuera de toda duda. Sin embargo, las perspectivas del mercado global de gas natural licuado muestran luces amarillas para el mediano plazo y oportunidades que nuestro país debe aprovechar en el próximo quinquenio. 

Esas fueron las conclusiones que presentaron  Nazareno Ferrero, Victor Uchoa y Lucas Boacnin especialistas de la agencia Argus Media, un gigante internacional dedicado a la inteligencia de mercados y precios, en un webinar organizado por MEGSA, el mercado electrónico del gas argentino. 

Menos demanda de los compradores 

Uchoa, consultor principal para América Latina, trazó un panorama tanto de la demanda como de la oferta de GNL a escala global: en el primer caso destacó la desaceleración de la creciente de las importaciones asiáticas, destino que los proyectos de licuefacción de nuestro país suelen mirar como potencial destino. 

El especialista explicó que China demandará menos gas licuado porque apuesta por el incremento de la producción local, el uso más eficiente de carbón y las energías renovables. También remarcó que los recientes acuerdos que firmaron los presidente Xi Jinping y Vladimir Putin (por el gasoducto Power of Siberia II) harán que el gigante asiático dependa menos del gas por barcos. 

Asimismo, otros países de esa región que se observan como posibles compradores son India y Pakistán, quienes están realizando fuertes inversiones en energías renovables y el desarrollo de baterías, de acuerdo con Argus Media.  De la misma manera, Japón y Corea, otras economías de gran escala en la región, siguen utilizando carbón, aprovechando la inexistencia de impuestos a ese mineral, según explicó. 

En la misma línea, Uchoa descartó que Europa vuelva a ser un gran mercado para el gas licuado debido al impacto que tuvo para los consumidores la disparada de precios por la guerra entre Rusia y Ucrania. Si bien buscaron proveedores alternativos -como Argelia y Noruega- los precios domésticos quedaron muy altos.

Estados Unidas duplicará su capacidad

Las cosas tampoco se avizoran tan sencillas del lado de la oferta. Estados Unidos, primer productor mundial de GNL, está realizando inversiones para ampliar su capacidad, por lo que para 2031 tendrá el doble que la actual, a partir de proyectos por 65 millones de toneladas anuales con financiamiento cerrado. 

A eso deben sumarse otras iniciativas para los próximos años en Qatar, México, Canadá, Angola y Trinidad y Tobago. Por todos estos motivos, para el 2035 podría haber una sobreoferta de gas licuado que reduzca los precios. 

Su colega Lucas Boacnin, especialista en transición energética y commodities, apuntó que los mercados de gas de Asia y Europa están fuertemente sincronizados, por lo que se espera una caída de precios a medida que aumente la oferta global y agregó para competir en oriente lejano con el carbón es necesario un GNL a 8 dólares por millón de BTU o incluso menos. 

Las oportunidades del mercado brasileño 

Los consultores de Argus explicaron que en Brasil la producción doméstica viene creciendo pero la mitad del gas se reinyecta para la producción de petróleo. Además, las importaciones de GNL son muy volátiles porque dependen de las lluvias, ya que se utiliza para la generación térmica en caso de que no alcance con la hidráulica.

“Tenemos una caída de las importaciones de gas de Bolivia porque producen menos y por eso hay expectativa de que fluya por Bolivia el gas de Vaca Muerta para complementar la oferta doméstica de Brasil”, remarcó Boacnin y agregó: “Si hay precios más bajos podemos tener más demanda industrial y para la transición energética: Brasil busca reemplazar diésel por gas natural en los camiones”.  

Respecto a los precios, los especialistas señalaron que los productores argentinos deberían vender su gas al socio de Mercosur a  no más de 10 dólares por millón de BTU para que sea competitivo, ya que existen muchos costos de transporte. 

En relación con las posibilidades de Argentina, los consultores remarcaron que debe analizar su estructura de costos frente a Estados Unidos y Qatar, competidores directos por ubicación geográfica que tiene precios más bajos. “La ventana de oportunidad es entre 2026 y 2030, antes de la sobreoferta”, advirtieron y destacaron que Brasil -que actualmente se abastece con GNL nortemaericano- podría ser un gran comprador de gas licuado de nuestro país.