Un informe privado advierte que los “lineamientos para la normalización del MEM”, dispuestos por la Secretaría de Energía, dolarizan la remuneración a toda la generación y subirán hasta un 5 por ciento los costos del sistema.
Un informe privado advierte que los “lineamientos para la normalización del MEM”, dispuestos por la Secretaría de Energía, dolarizan la remuneración a toda la generación y subirán hasta un 5 por ciento los costos del sistema.
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El Gobierno dio a conocer los lineamientos con los que busca desregular el mercado eléctrico, reduciendo la intervención estatal e incrementando el protagonismo del capital privado para promover inversiones y mejorar la eficiencia del sistema.
CAMMESA, la empresa mixta encargada del despacho eléctrico, publicó un documento firmado por la secretaría de Energía, María Tettamanti, titulado “Proceso de normalización del MEM. Lineamientos y adaptación progresiva”, en cual se detallan una serie medidas que implican un cambio sustancial en el funcionamiento del sector energético.
Sin embargo, los efectos podrían ser los contrarios a los deseados. De acuerdo con un informe privado, elaborado en base a los datos oficiales, este proceso de desregulación supondrá “en la práctica” la dolarización de la remuneración a toda la generación, con el impacto que pueden producir en las tarifas las fluctuaciones del tipo de cambio.
Es decir, que al igual que lo dispuesto en la licitación para volver a concesionar las represas del Comahue, el Gobierno vuelve a dolarizar los costos del sistema, lo que podría exponer al país a nuevos juicios por la volatilidad cambiaria, como ocurrió luego de la salida de la Convertibilidad en 2002.
Además, en el nuevo esquema se crearán tres tipos de mercados: prioritario, spot y mercado a término, lo que implica la reasignación y aumento de costos para la demanda, con diferente impacto según el tipo de usuario.
En este sentido, si bien los clientes residenciales sin subsidio pagarán un precio levemente menor al vigente (-2%), la demanda no residencial deberá afrontar costos entre 6 y 11 por ciento superiores, mientras que el caso más extremo es de de los grandes usuarios (sin contrato), que deberán desembolsar en sus facturas entre un 10 y un 17 por ciento más por la energía.
En consecuencia, el costo del sistema aumentará como mínimo entre un 3 y un 5 por ciento, ya que el nuevo esquema de remuneración spot está basado en el “costo marginal” (ingresan primero las máquinas más baratas) en reemplazo del actual de “costos medios”. Ello podría llevar a que en determinadas condiciones de exigencia del sistema los precios aumenten.
Asimismo, el informe refiere -siempre según datos de CAMMESA- que la aplicación de esta política dará como resultado que las centrales térmicas del mercado spot tendrán ingresos adicionales entre un 5 y un 36 por ciento, lo que incrementará el precio monómico.