La empresa brasileña anunció la venta a J&F de todas sus acciones en Eletronuclear, la operadora de las centrales Angra, por USD 100 millones.
La empresa brasileña anunció la venta a J&F de todas sus acciones en Eletronuclear, la operadora de las centrales Angra, por USD 100 millones.

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Eletrobras anunció la venta por unos 100 millones de dólares de todas sus acciones en Eletronuclear al holding J&F de los hermanos Batista. De esta manera, la compañía energética deja el sector nuclear. En un comunicado a sus accionistas, la empresa mixta explicó que la operación reflejaba su “compromiso” con la “optimización del portafolio” y con la “simplificación de su estructura”.
Por su parte, el holding de la familia Batista, dueña de la empresa cárnica JBS, inglesa como accionista minoritario en el capital de Eletronuclear, sigue bajo el control del Estado brasileño.
Creada en 1997, Eletronuclear provee el 3% de la electricidad consumida en Brasil, a través de las centrales Angra I y II, de 640 MW y 1350 MW, respectivamente, situadas en la costa del estado de Río de Janeiro.

Asimismo, se encuentra en construcción una tercera central de 1405 MW en el mismo complejo, llamada Angra III, aunque las obras están paralizadas desde 2015.
El ministro de Energía de Brasil, Alexandre Silveira, dijo recientemente que estaba esperando nuevos informes para decidir sobre la reanudación de las obras.
Cabe recordar que Eletrobras fue privatizada parcialmente en 2022, durante el gobierno de Jair Bolsonaro, lo que redujo la participación del gobierno federal de aproximadamente 69 % al 43 % en capital social.

Asimismo, Âmbar Energia (vehículo energético de J&F de loshermanos Batista) adquirió la participación que tenía Eletrobras y pasó a tener el 68% del total de Eletronuclear, mientras que el 35,3% queda en la bolsa.
No obstante, ENBPar (Empresa Brasileira de Participações em Energia Nuclear e Binacionais, brazo del Estado/Unión) mantiene el control de Eletronuclear a través de 64,7% del capital votante y 32% del capital total. Es decir: el control efectivo por voto sigue en manos del Estado.