El frío pone a prueba un sistema energético sin planes ni inversiones

Las bajas temperaturas dispararon la demanda de energía y se produjeron cortes, mientras el Gobierno demora obras de generación y transporte.

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Post Energético

La ola de frío extremo que cubre casi todo el país hizo disparar la demanda y puso en tensión un sistema energético que no tiene planes  ni obras en marcha, llevando a resultados conocidos: cortes de luz y reducción del suministro de gas a la industria. 

En la noche del lunes 30 de junio, cuando a las 20.32 el consumo de energía marcaba un nuevo récord para día hábil de invierno, con 27.724 MW, Edesur anunciaba en sus redes que realizaría cortes preventivos, mientras que en La Plata miles de usuarios  reportaban cortes debido a una falla en una usina de Ensenada 

El Ente Nacional Regulador de la Electricidad informó de alrededor de 90 mil hogares sin suministro en el Área Metropolitana de Buenos Aires, en su mayoría de Edesur, la empresa que suele tener el peor desempeño cuando crece la demanda. 

Los problemas de generación se profundizaron porque a la salida de Atucha I para obras de extensión de vida, se sumó la semana pasada Atucha II por un desperfecto, lo que dejó al sistema sin 1.000 MW en la zona de mayor demanda. 

Lo más preocupante es que no existe ningún plan de expansión de la producción de energía, ni público ni privado e incluso el Gobierno dio de baja el plan Terconf, licitado durante la gestión anterior, que preveía la instalación de más de 3.000 MW en zonas calientes con financiamiento privado. 

La situación se complica con la falta de transporte, que la Secretaría de Energía, que encabeza María Tettamanti, prometió resolver con el demorado Plan AMBA, sin aportes estatales, pero a la fecha no se logró ningún avance. La única política energética de este Gobierno es quitar subsidios y subir las tarifas sin exigir nada a cambio”, reflexionó un ex funcionario del sector.

Problemas con el gas 

La provisión de gas natural también muestra sobresaltos: la demanda residencial y comercial (la prioritaria que no se puede cortar) superó los 93 millones de metros cúbicos, lo que obliga a cortar el gas a las industrias que tienen la modalidad interrumpible y a la generación eléctrica, que debe reemplazarlo por gasoil, mucho más caro. 

El otro punto débil es el Gas Natural Comprimido (GNC), combustible que usan muchos vehículos pero en los últimos tiempos el Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS) obligó a los estacioneros a contratar solo gas interrumpible, colocándolos en el lugar de ser la variable de ajuste, como pasó el año pasado.  

A eso debe sumarse que la empresa Vista, que creó y conduce Miguel Galuccio, avisó a sus clientes que por causa de fuerza mayor no podía cumplir con las entregas pautadas. 

Si bien la inyección de Gas Natural Licuado en Escobar está a pleno con la llegada de un buque (20 millones de metros diarios), se debió continuar con importaciones de Bolivia por casi 3 millones de metros cúbicos (realizado por comercializadoras privadas) luego de haber anunciado el año pasado el fin de las compras al país del altiplano luego de 20 años. 

Es que mientras la producción de gas de Vaca Muerta bate récords, las demoras en la plantas compresoras como parte de las obras de reversión del Gasoducto Norte y la falta de capacidad adicional de transporte desde la formación neuquina hace que no se pueda inyectar todo el gas necesario para cubrir las necesidades del país. 

Esta semana se conocerán las empresas interesadas en la ampliación del ex gasoducto Néstor Kirchner, donde pica en punta TGS por haber presentado el proyecto como iniciativa privada, pero recién estará disponible para el invierno de 2027.