Dura crítica a la política nuclear del gobierno de Milei

Desde el Partido Justicialista denunciaron la “destrucción” del complejo atómico y advirtieron por las consecuencias “gravosas” de privatizar las represas del Comahue.

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Post Energético

El Partido Justicialista criticó duramente a política energética del gobierno de Javier Milei, a la que caracterizó de “entrega de activos estratégicos y capacidades nacionales” y que “busca el sometimiento y la renuncia al desarrollo autónomo, soberano y libre”. 

A través de un documento titulado “Entregar la soberanía nacional es renunciar al futuro”, difundido en las redes sociales, desde el peronismo denunciaron la “destrucción del sector nuclear y la privatización ruinosa de las centrales hidroeléctricas del Comahue”. 

“A pesar de planes con nombres grandilocuentes -pero vacíos de contenido-, el sector nuclear atraviesa un proceso de paralización, despidos y desguace”, prosigue el texto y recuerda que “la gestión actual abandonó el CAREM, pequeño reactor modular de diseño argentino, que tenía un avance superior al 70 por ciento, uno de los mayores a nivel mundial para proyectos de este tipo, lo que le daba un enorme potencial exportador”.

Los técnicos justicialistas señalaron que “en su lugar, las actuales autoridades decidieron impulsar otra iniciativa, desde cero, con pocos antecedentes, cuya patente es compartida con una empresa extranjera”, lo que “evidencia el interés geopolítico y la pérdida de autonomía que esconde esta decisión”. 

“Asimismo, resulta preocupante la suspensión de otros proyectos fundamentales como la construcción de las centrales nucleares Atucha III y IV, que contaban con financiamiento chino y transferencia de tecnología que iba a permitir por primera vez el desarrollo de centrales nucleares de uranio enriquecido, mientras se demora la extensión de vida de Atucha I, iniciada durante el Gobierno anterior”, agrega el documento. 

En relación con las represas del Comahue, el partido opositor consideró que su privatización tendrá consecuencias “gravosas por los próximos 30 años”, en tanto se “dolarizan los ingresos de los concesionarios y se actualizarán por la inflación de Estados Unidos, lo que va a encarecer el costo de la energía para nuestras industrias, hogares y comercios, además de someter a nuestro país a juicios internacionales debido a la insostenibilidad del actual régimen cambiario”. 

“De la misma manera, el nuevo esquema dará a los nuevos administradores de las centrales la posibilidad de que puedan disponer luego de una cantidad de años de toda la energía producida sin la obligación de venderla al Mercado Eléctrico, lo que implica que el sistema nacional pierde un recurso fundamental”, completa el análisis.