La secretaría de Energía puso en “consulta pública” un nuevo esquema para las tarifas de gas y electricidad que reemplaza a la segmentación actual: los usuarios de ingresos bajos tendrán una suba de hasta 36%.
La secretaría de Energía puso en “consulta pública” un nuevo esquema para las tarifas de gas y electricidad que reemplaza a la segmentación actual: los usuarios de ingresos bajos tendrán una suba de hasta 36%.

Por
Horacio Mizrahi
Tal como había anticipado la secretaria de Energía, María Tettamanti, el Gobierno puso en marcha un cambio profundo en el régimen de subsidios al gas y a la electricidad, con el fin de la segmentación actual como dato saliente y la reducción del bloque bonificado.
Mediante la resolución 484/2025, publicada hoy, la cartera energética dispuso el inicio de una consulta pública -vía web- para el proyecto de “Subsidios Energéticos Focalizados”. La “recalibración” de los aportes estatales en las facturas de energía es parte de lo comprometido con el FMI, con el objetivo de llevarlos al 0,5 por ciento del PBI.
El nuevo esquema divide el universo entre hogares subsidiados y los que pagan la factura plena. Para ser parte del primer grupo los ingresos familiares no deben superar tres canastas básicas totales (CBT), lo que según el INDEC hoy equivale a 3,6 millones de pesos mensuales. Esto implica en la práctica una fusión entre las actuales categorías de ingresos bajos (N2) y medios (N3), aunque con un umbral menor para este último, que era de 3,5 canastas básicas totales, lo que supone un achicamiento del universo de beneficiados. Desde la secretaría de Energía se aclaró que los usuarios inscriptos en el registro RASE no tendrán que hacer ningún trámite.

La otra novedad es que el bloque de energía a precio subsidiado será de 300 kWh en los meses de mayor consumo, mientras que el resto del año cubrirá 150 kWh. En el sistema actual es de 350 kWh para los N2 y de 250 kWh para los N3. Asimismo, quienes estén dentro de la categoría subsidiada pagarán el 50 por ciento del costo de la energía, con una bonificación inicial para enero de 2026 de 25 por ciento adicional que se va reduciendo paulatinamente hasta diciembre del año que viene, lo que se plantea como un mecanismo para evitar subas abruptas.
Para el caso del gas natural, el beneficio del 50 por ciento del costo del gas para los usuarios subsidiados regirá entre abril y septiembre, mientras que el resto del año pagarán precio pleno, al igual que ahora los volúmenes bonificados varían de acuerdo a cada región. También habrá por única vez una compensación del 25 por ciento en enero que se irá reduciendo mes a mes hasta llegar al 50 por ciento, aunque el costo del gas pasará a ser igual todos los meses, sin variaciones estacionales. Además, los usuarios de garrafas, que forman parte del Plan Hogar, también serán incluidos en el nuevo régimen.
De acuerdo con el Gobierno, la medida entrará en vigencia en enero de 2026 pero como se inicia con una bonificación que luego se irá reduciendo, en el caso de usuarios de bajo consumo con ingresos bajos (N2) el impacto inicial es de una baja en el costo de la energía pero luego supone un incremento de hasta 36 por ciento en los meses templados, de acuerdo a los cálculos realizados por El Post Energético en base a una factura de Edenor.
Sucede que ese segmento, que hoy abona el 35 por ciento del costo de la energía y con la medida -en forma coyuntural- baja un 10 por ciento para después subir al 50 por ciento. El mayor impacto será en los meses denominados templados, donde el bloque de energía subsidiada será tan solo de 150 kWh.

Para los usuarios que hoy son de ingresos medios (N3) con consumos medios, el paso al nuevo esquema supondrá un alza de 11 por ciento, descontando que inicialmente también hay una rebaja por la bonificación inicial, para los meses que no son verano ni invierno.
En lo que respecta a los consumos altos, el mayor impacto también lo tienen los usuarios que hoy son N2, con hasta 13 por ciento -tomando el menor bloque subsidiado- mientras que los medios (N3) deberán desembolsar hasta un 5 por ciento más.
El universo de los usuarios de ingresos altos (N1), que en el nuevo esquema serán “no subsidiados”, también hay un impacto del 5 por ciento, ya que hoy abonan alrededor del 94 por ciento del costo de la energía y pasarán a pagar el costo real.