El especialista recordó que sin la formación neuquina, Argentina tendría que importar energía por 10 mil millones de dólares por año y alertó que todavía “no llegaron las grandes empresas globales”.
El especialista recordó que sin la formación neuquina, Argentina tendría que importar energía por 10 mil millones de dólares por año y alertó que todavía “no llegaron las grandes empresas globales”.
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En un contexto de alta volatilidad del precio del petróleo, a partir del cambio en la política arancelaria de Estados Unidos, surgieron dudas por el desarrollo de Vaca Muerta, donde están depositadas las esperanzas de que la Argentina obtenga las divisas que necesita. Para Víctor Bronstein, especialista en energía y exdirector de Enarsa, la caída del precio del crudo a 57 dólares por barril deja a Vaca Muerta “en el límite de la rentabilidad”.
“Cuando Trump asumió una de sus consignas, y la pelea con la OPEP, era que tenía que bajar el precio del petróleo pero los petroleros de Estados Unidos le dijeron que si lo bajamos no podemos seguir produciendo”, explica el especialista, actual docente del Posgrado de Energía y Desarrollo Económico de la UBA.
En esa línea, Bronstein consideró, en una entrevista a la radio AM 530 Somos Radio, que “la energía tiene que ser lo suficientemente cara para garantizar la seguridad energética y suficientemente barata para que sea accesible a todo el mundo, esa es la gran tensión que existe en los mercados energéticos en Argentina y en el mundo”.
Asimismo, el experto remarcó que Vaca Muerta para nuestro país fue “una salvación”, ya que Argentina estuvo luchando por el autoabastecimiento, es decir tener los recursos de petróleo y gas para no tener que importarlos, durante muchos años”.
“Perón sufrió mucho en su segundo gobierno por la falta de dólares que se iban por importar energía, lo sufrió también Frondizi. Toda la historia de la Argentina en el petróleo es la búsqueda del autoabastecimiento porque éramos un país con petróleo pero no petrolero”, detalló Bronstein.
“Con Vaca Muerta cambia esta historia porque Argentina logra el autoabastecimiento, salvo en algunos meses de invierno en gas, y capacidad exportadora, que eso va a ir creciendo de a poco. ¿Cómo estaríamos ahora sin Vaca Muerta? Estaríamos importando 10 mil millones al año de energía”, señaló el ingeniero especializado en temas energéticos.
En esa línea, Bronstein remarcó que Vaca Muerta se pudo desarrollar porque en 2012 se recuperó YPF y se tomó la decisión de invertir fuerte ahí. “Hoy hay otras empresas que vienen pero todavía no llegaron las grandes, las big oil, están YPF y otras nacionales como Tecpetrol, Pluspetrol, CGC, Pampa pero hace falta mucha inversión porque una sola empresa no puede desarrollar Vaca Muerta”.
“Vaca Muerta tiene un gran potencial pero tiene que pasar de la potencia al acto, como decía Aristóteles. Hay que extraer el recurso y para ello se requieren inversiones, YPF no alcanza porque tiene una capacidad de 5 mil millones de dólares por año, mientras que para desarrollar Vaca Muerta y poder exportar se necesitan inversiones por 20 mil millones por año para lo que tienen que aportar otras empresas”, concluyó.
