La petrolera aceptó la oferta de Adecoagro por el 50% de la empresa de fertilizantes y se encamina a la entrega de Manantiales Behr a una constructora sin experiencia en hidrocarburos.
La petrolera aceptó la oferta de Adecoagro por el 50% de la empresa de fertilizantes y se encamina a la entrega de Manantiales Behr a una constructora sin experiencia en hidrocarburos.

Por
Post Energético
Como parte de la reconversión que busca con el denominado Plan 4×4, impulsado por su ceo Horacio Marín, YPF concretó la venta del 50 por ciento de las acciones de Profertil, a la vez que está a punto de transferir un importante yacimiento de petróleo convencional en Chubut.
La empresa de mayoría estatal informó que aceptó la oferta de Adecoagro, por la mitad del paquete accionario de la principal productora de urea granulada -un fertilizante que se elabora a partir de gas natural- a cambio de 650 millones de dólares, según informó YPF como “hecho relevante” a la Bolsa de Buenos Aires.
El comprador se hará del total de la empresa: adquirió también la otra mitad, que estaba en manos de la canadiense Nutrien, en este caso en conjunto con la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), que tendrá una participación minoritaria, según detalló la firma de fertilizantes.

Ubicada en Ingeniero White, Bahía Blanca, Profertil produce 1.320.000 toneladas anuales de urea y 790.000 de amoníaco, además de comercializar otros nutrientes y preparar mezclas especiales para mejorar el rendimiento de los suelos. Además, cuenta con centros logísticos y plantas de almacenamiento en Necochea, San Nicolás y Puerto Generalan Martín (Santa Fe), entre otros.
La otra operación que está por concretar YPF es la venta de Manantiales Behr, uno de los principales yacimientos petroleros del país, con una producción de 25 mil barriles por día, como parte de Proyecto Andes, a través del cual la empresa deja yacimientos convencionales para concentrarse en los recursos “shale”.
La polémica aparece porque el principal candidato a quedarse con el yacimiento es la constructora Rovella Carranza, sin antecedentes en el sector -a excepción de algunas obras de energía eléctrica-, por el que va a desembolsar unos 450 millones de dólares por un bloque rentable que se repaga con el flujo de caja, algo que en el mercado recuerda al ingreso de los Eskenazi en YPF y algunos incluso sostienen que podría terminar con una demanda en el CIADI, en caso de que en el futuro otro gobierno intente revertir la la cuestionada transferencia.

“Mandan al Directorio a que apruebe la entrega de un yacimiento –el mejor de YPF en Chubut- para que lo tome una empresa constructora y que lo repague con el flujo de caja que dan 4000 m3 de petróleo por día y donde YPF desarrolló uno de los mayores ejemplos de tecnología terciaria con polímeros”, explicó a El Post Energético una fuente del sector que conoce bien la provincia de Chubut y se sorprende por la escasa repercusión política de una operación que considera “trascendental” y el “silencio” de las autoridades provinciales.
El punto central es que Mantianles Behr logra esos volúmenes de producción gracias a la recuperación terciaria que realizó YPF, lo que significó una importante innovación tecnológica y una curva de aprendizaje fundamental para nuestro país. La otra crítica es que la empresa compradora no tendría la espalda financiera y ni tecnológica para hacerse cargo del yacimiento.
“Este yacimiento puso a YPF como segundo productor de la provincia y fue siempre orgullo de conocimiento y profesionalismo chubutense. Esto es muy malo para la industria petrolera”, agrega una fuente vinculada al mundo gremial. Otra arista del asunto es la valoración del daño ambiental histórico, algo que debería realizarse antes del traspaso, que todavía YPF no confirmó en forma oficial.