La postulación de Macri a Marín como jefe de Gabinete reanimó tensiones por YPF

El ex presidente siempre quiso influir en la gestión energética libertaria con gente propia, algo que Milei nunca le terminó de habilitar.

Por

Horacio Mizrahi

En medio de las conversaciones con las que procuraban volver retomar el trato cordial que supieron tener, las cosas se volvieron a tensar cuando el ex presidente Mauricio Macri se enteró de la salida de Guillermo Francos por boca del propio Javier Milei y de que su reemplazante sería el vocero Manuel Adorni. Pocas horas después, el líder del PRO no sólo hizo público su desagrado sino que en forma inesperada puso sobre la mesa el nombre de Horacio Marín, CEO de YPF, como quien le hubiera gustado para el cargo. 

Al ser consultado, Marín se mostró sorprendido por el comentario y señaló que ni siquiera conoce a Macri.  Sin embargo, el presidente de YPF ya había sonado para ocupar un despacho en la Casa Rosada, cuando no se había confirmado el despido de Francos, aunque nadie le había dado mayor relevancia. La mención de Marín formaría parte de una movida del ex presidente para quedarse con el máximo sillón de la petrolera, al que aspiraba cuando selló el pacto con Milei en 2023 pero luego le fue negado en forma sistemática. Es que Macri siempre tuvo en la cabeza para YPF un hombre de su riñón: Javier Iguacel, ex director de Vialidad Nacional y secretario de Energía durante su gobierno.

En busca del “botín” energético

La infraestructura y en particular el sector energético es una de las obsesiones del ex presidente. Todavía se recuerda la entrada triunfal y el besamanos improvisado que se armó en la cena anual del Club del Petróleo a fines de 2023, cuando en el mercado petrolero se descontaba que Iguacel sería ungido presidente de YPF, algo que el entonces intendente de Capitán Sarmiento también creía. Incluso le dedicó un comentario elogioso a Pablo González, que recibió incrédulo de parte de quien se perfilaba como su sucesor. 

Rápido de reflejos, tras ganar el balotaje Milei terminó nombrando a Marín, de acuerdo con algunas versiones por sugerencia de Paolo Rocca, ya que entonces era ejecutivo de Tecpetrol, el brazo petrolero de Techint, por debajo de Ricardo Markous. El presidente de YPF se muestra como un incondicional al líder libertario, llegando a elogiar la denominada “batalla cultural” y a cuestionar la “agenda woke”, temas que no tienen nada que ver con la gestión energética.   

El dardo envenenado de Macri a Marín no tenía otro objetivo que correrlo para poner a alguien propio, según cuentan en los pasillos de la torre de Puerto Madero. No se sabe a ciencia cierta si la idea era insistir con Iguacel, hoy dueño de Bentia Energy, la petrolera que creó y en pocos meses logró quedarse con valiosas áreas maduras de YPF en Vaca Muerta. 

Las caras conocidas y no tanto

Con Eduardo Rodríguez Chirillo a la cabeza, Milei buscó conformar un equipo propio en energía, que se nutrió por algunos ex cuadros técnicos del menemismo que no habían formado parte de la experiencia macrista. 

A pesar de eso, en las áreas que definen la política energética hay funcionarios que mantienen alguna grado de relación con el ex presidente, empezando por la secretaria María Tettamanti, que formó parte de los equipos técnicos de Patricia Bullrich cuando buscó la presidencia en 2023 y luego llegó al cargo por sugerencia del ex secretario Emilio Apud, en un momento donde Macri y Milei compartían frecuentes noches de milanesas en Olivos. 

De la misma manera, el ministro de Economía, Luis Caputo, designó como secretario coordinador de Energía y Minería a Daniel González, un ex ejecutivo que fue llevado a YPF por Miguel Galuccio tras la estatización y continuó en distintos roles hasta 2020, aunque hoy es una suerte de “controller” de “Toto” en la cartera. 

Otro con pasado macrista es el interventor del Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS), Carlos Casares, vocal por concurso de dicho organismo durante la gestión de Cambiemos, que ahora aspira a quedar al frente del ente unificado. La lista sigue con Julián Gadano, subsecretario de Energía Nuclear con Macri, que tuvo un paso fugaz por Nucleoeléctrica Argentina y Dioxitek, antes del desembarco del asesor Santiago Caputo en el sector. Otros cuadros menores participaron o participan de la actual gestión, aunque siempre más por una convocatoria personal que por un acuerdo político.