Los refinadores apuestan por la IA para mejorar la eficiencia de cara a la transición energética

La petrolera Raizen y empresas de tecnología, resaltaron la importancia de mejorar procesos para reducir emisiones, en un contexto de aumento de demanda en los próximos años.

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Post Energético

El sector de refinación, uno de los segmentos clave de la industria de los hidrocarburos, apunta a utilizar la tecnología para mejorar la eficiencia, reducir las emisiones de dióxido de carbono, para ser más sustentables, en un contexto global que incrementará la demanda de energía, producto de la mejora de la calidad de vida de millones de personas, en particular en Asia. 

Estas fueron algunas de las conclusiones de una mesa redonda en el 7mo Congreso Latinoamericano y del Caribe de Refinación, organizado por el IAPG, de la que participaron representantes de la petrolera Raizen, las empresas de tecnología AVEVA y Topsoe, además de la francesa Axens, del que participó El Post Energético.  

Los incentivos para la transición energética son clave”, sentenció Sergio Brergerman, gerente de Tecnología de Raizen Argentina, y remarcó que la eficiencia es “el mejor de los mundos” porque significa más rentabilidad y menos costos. El ejecutivo aseguró que se trata de un esfuerzo conjunto entre empresas de energía y tecnología e incluso es más amplio:  “Se debe optimizar toda la cadena, no es solo producción, también es el consumo, ya que  el  90 por ciento de las emisiones son por el uso de hidrocarburos”. 

Por su parte, Federico Hernández, vicepresidente de AVEVA para América Latina, explicó que la inteligencia artificial es “habilitador” para llegar a dónde queremos ir:   “La IA es un acelerador para optimizar y mejorar los procesos”.  “Buscamos un mundo sustentable pero debemos atender la demanda”, reflexionó a la vez que recordó que para 2030 millones de personas saldrán de la pobreza y requerirán más energía. 

A su turno, César Fleitas Ximenes de Axens señaló que la integración entre refinadores y tecnólogos es clave para la transición energética y resaltó que si no se hubieran implementado catalizadores, la industria refinadora consumiría mucha más energía.  El ejecutivo, de origen brasileño, comentó la importancia del coprocesamiento de combustibles fósiles y renovables, algo que en Brasil alcanza el 15 por ciento en el caso del diésel y el 30 para el etanol, con intenciones de llevar el corte al 20 y al 35 respectivamente. 

En tanto, Gustavo Cienfuegos, de la empresa tecnológica Topsoe, destacó que la transición energética es “emitir menos y ser más eficientes”. “Optimizar las refinerías para cada canasta de crudo es algo de baja inversión en comparación con la aplicación de tecnologías disruptivas”, explicó a la vez que también remarcó la importancia de aprovechar el coprocesamiento, algo que “todas las refinerías de la región ya hacen o piensan en hacerlo”. 

Asimismo, el especialista planteó que la transición energética no es impulsada por la sociedad sino por los gobiernos o por la propia industria, en particular porque existe “conciencia empresarial”: “La gran mayoría de las compañías saben que tienen que hacerlo más allá de la ecuación económica por eso son necesarios marcos regulatorios, aunque la eficiencia es un driver que tiene que ser sustentable”.  Además, Cienfuegos explicó que hoy cualquier proyecto nuevo no pasa si no incluye una mejora en la eficiencia o reduce la huella de carbono.

Combustibles renovables y biogás 

En la mesa también se debatió acerca de la producción de combustibles renovables, algo que demanda Europa e incluso pagan un “plus”, según explicó Bergerman y destacó que se trata de una inversión de escala, en la que hay que garantizar el acceso a la materia prima y la logística: “A diferencia de los hidrocarburos existen riesgos climáticos, por ejemplo una sequía, que pueden afectar la provisión”.  

En relación con el biogás, Fleitas Ximenes resaltó que en Brasil hay más de 1.000 proyectos de distinto tamaño, tanto a base de residuos urbanos como de materia vegetal.