El nuevo Ente Nacional Regulador del Gas y la Electricidad tendrá un directorio de 5 miembros, propuestos por la Secretaría de Energía y designados por el presidente, sin concurso público.
El nuevo Ente Nacional Regulador del Gas y la Electricidad tendrá un directorio de 5 miembros, propuestos por la Secretaría de Energía y designados por el presidente, sin concurso público.
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El Gobierno concretó la fusión en un solo organismo del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) y del Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS), una medida que fue incluida en la Ley de Bases, sancionada hace un año.
Mediante el Decreto 452/2025, publicado hoy en el Boletín Oficial, la gestión libertaria constituyó el nuevo Ente Nacional Regulador del Gas y la Electricidad, que en un plazo de 180 días debe tomar las funciones y patrimonio de los actuales organismos.
Una de las novedades es que los directores del nuevo ente no pasarán por un concurso público, como ocurría con ENRE y ENARGAS, a pesar de que estuvieron intervenidos varios años desde su creación en 1992.
El flamante ente tendrá un directorio de 5 miembros con mandato por 5 años, renovables en forma indefinida que serán nombrados por el Poder Ejecutivo, a propuesta de la Secretaría de Energía, que conduce María Tettamanti. Los períodos tendrán un escalonamiento por año, para evitar que todos empiecen y terminen a la vez.
Esto marca una modificación relevante respecto al mecanismo vigente, tanto para el caso del ENRE como del ENARGAS, exigía que el procedimiento de selección se iniciara mediante una convocatoria abierta difundida en diarios de circulación masiva, además de entrevistas personales efectuadas por especialistas y la evaluación de un comité independiente.
En cambio, con la nueva normativa, solo se especifica que “los miembros del Directorio del Ente serán seleccionados entre personas con antecedentes técnicos y profesionales en la industria del gas y de la electricidad”.
Asimismo, la norma indica que el Poder Ejecutivo deberá enviar a una Comisión Bicameral, integrada por los presidentes y vicepresidentes de las comisiones que cada cámara estime para que opine en un plazo de 30 días. Si transcurridos no hubo respuesta, el Gobierno queda habilitado para avanzar con las designaciones, lo mismo en caso de querer remover a un director.
“La designación ya no es por concurso, si no que la Secretaría de Energía va a recomendarle al Poder Ejecutivo los candidatos y solo se le va a comunicar al Congreso para que de su opinión (la cual no es vinculante), por lo que finalmente va a ser a dedo“, sintetiza un exfuncionario y consideró que será clave el artículo que establece que los directores no podrán ser propietarios ni tener interés alguno, direto o indirecto en empresas reconocidas ocmo actores del sector del gas y la energía eléctrica.
Otro aspecto a tener en cuenta es si los actuales interventores, Osvaldo Rolando -ENRE- y Carlos Casares -ENARGAS-, podrán continuar sus carreras profesionales en el nuevo organismo. De acuerdo con fuentes del sector, Casares habría manifestado más de una vez su voluntad de presidir el ente unificado, aunque su trabajo de varios años en Tecpetrol, la petrolera del Grupo Techint, podría ser causal de incompatbilidad.
Otro de los aspectos que deberá atender a la fusión es la conformación de una nueva estructura de funcionamiento que integre las gerencias actuales de cada ente, muchas de las cuales son redundantes, y el Gobierno en casos similares planteó la reducción para que sean más eficientes, por ejemplo integrando áreas transversales como las que se ocupan de compras o recursos humanos.
De acuerdo con los datos oficiales, el ENARGAS tiene una planta de 517 empleados, bajo distintas modalidades, mientras que en el ENRE trabajan 345 personas. Esta fusión podría terminar implicando un mayor gasto para el Estado, ya que la escala salarial del ente gasífero es bastante mayor que la de su par eléctrico.