Rosatom fundió la primera pieza para un SMR en Uzbekistán; el otro proyecto avanzado está en China, mientras que el CAREM de Argentina fue paralizado.
Rosatom fundió la primera pieza para un SMR en Uzbekistán; el otro proyecto avanzado está en China, mientras que el CAREM de Argentina fue paralizado.
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La empresa estatal rusa Rosatom dio un paso fundamental en la construcción del primer reactor modular pequeño (SMR en inglés) a nivel global. El mes pasado, comenzó la fundición de una aleación de acero para la vasija de contención de la central que se va a emplazar en Uzbekistán.
La corporación nuclear rusa dio a conocer la fabricación de esta pieza en la Exposición Internacional Power Uzbekistán 2025, en lo que implica un avance concreto en la carrera por terminar el primer reactor de este tipo.
El proyecto de instalar en Uzbekistán un reactor de baja potencia, diseñado por Rusia, comenzó en 2024, con la firma de un protocolo de cooperación, en el marco de una visita del presidente Vladimir Putin. El plan prevé la construcción en la región de Jizzakh de una central nuclear de 330 MW, con seis reactores, cada de 55 MW. En abril de 2025, se inició la obra civil donde luego se montará el equipamiento que comenzó a fabricarse en una acería rusa.
“El proyecto de construcción de centrales nucleares de baja potencia en Uzbekistán demuestra el gran interés de los socios extranjeros en las tecnologías nucleares de pequeña potencia y su confianza en las soluciones de Rosatom en este ámbito”, destacó declaró Igor Kotov , director de la División de Ingeniería Mecánica de Rosatom y recordó que la corporación tiene “la capacidad y la experiencia necesarias en la fabricación de unidades de reactores de la serie RITM, que llevan varios años en funcionamiento en la flota de rompehielos”.
En Rusia hay además dos reactores flotantes que se usan para alimentar la red en Siberia que fueron para reemplazar reactores convencionales, pero el que se está construyendo es el primero que podría considerarse SMR.
El interés por este tipo de tecnología en el mundo es cada vez mayor porque permite abastecer a ciudades alejadas a menor costo que otras alternativas. Empresas globales, como la petroquímica norteamericana Dow Energy, trabajan para producir energía nuclear de baja potencia para reemplazar combustibles fósiles.
El otro proyecto en marcha es el Linglong-1 que desarrolla la Corporación Nuclear Nacional de China (CNNC) en la central nuclear de Changjiang. Conocido como ACP100, es el primer SMR comercial del mundo que pasó la revisión de seguridad general de la OIEA. De acuerdo con la CNNC, su finalización y puesta en funcionamiento está prevista para 2026.
A fines de mayo se completó la construcción de la sala de control principal, un hito relevante que la empresa china presentó públicamente, a la vez que mostró la tecnología asociada a una operación más eficiente y segura.
Mientras los reactores de China y Rusia están en plena ejecución, el CAREM, proyecto de diseño argentino pionero a nivel mundial, fue paralizado a pesar de tener un avance del 75 por ciento y además sus trabajadores fueron despedidos.
Es que la usina, que se construye en Lima junto al Complejo de Atucha, no forma parte del Plan Nuclear Argentino, que anunció en el verano el presidente Javier Milei, junto con su asesor Demián Reidel, luego designado presidente de Nucleoeléctrica Argentina.
La iniciativa del gobierno libertario busca desarrollar otro SMR, diseñado por INVAP y una empresa norteamericana, para que sean la fuente de energía de los hubs de inteligencia artificial. Sin embargo, a la fecha no se ha conocido ningún avance relevante.