Luego de varias idas y vueltas, que incluyeron un contrapunto entre altos funcionarios nacionales, finalmente la Secretaría de Energía confirmó las medidas que está analizando para evitar cortes de energía durante el verano debido a los altos consumos, una posibilidad que hasta hace poco no estaba en el debate público. Sin embargo, fue Daniel Gonzalez, secretario coordinador de Energía y Minería, quien introdujo esa posibilidad -al negarla- la semana pasada, durante la inauguración de un parque eólico.
Pocos días después, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, confirmó la interrupción del suministro eléctrico en el próximo verano, haciéndose eco de una versión periodística, provocando mucha incertidumbre, ya que resultaba insoslayable el recuerdo del final del gobierno de Raúl Alfonsín. Todo cambió el martes por la mañana, cuando el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, rechazó de plano la posibilidad de cortes, a lo que luego se sumó el vocero presidencial, Manuel Adorni.
Ahora, mediante un comunicado de prensa, la Secretaría de Energía expone, con el pomposo título Plan Verano 2024-2025, las medidas que analiza son para evitar cortes a los usuarios residenciales, entre las que se destacan importación de energía de Brasil, gestiones para que Paraguay nos ceda más de la central binacional Yacyretá, en ambos casos son habituales para la época de mayores picos de demanda.
Además, se sumó en forma llamativa el “diseño de un mecanismo de incentivos a la disponibilidad de generadores térmicos“, algo que muchos interpretan como una excusa para aumentar la remuneración de las máquinas más antiguas o que utilizan los combustibles más ineficientes, como es el caso de las que tiene Costanera o Central Puerto, cuyo gerente de Legales reclamó esta semana al gobierno una “solución regulatoria” para poder afrontar mejor el verano. Sin embargo, en el sector, algunos consideran que es un clásico de esta época que los generadores “pulseen” con el Gobierno para mejorar sus ingresos antes del verano pero a diferencia de otras veces, fueron los funcionarios quienes salieron a alertar sobre la posible falta de energía, lo que alimenta sospechas.
Un borrador con más precisiones
Si bien todas estas medidas todavía deben ser plasmadas en una resolución, circuló un borrador con un elemento adicional: el despliegue de las Unidades de Generación Móviles (UGEM), esos grandes containers muy ruidosos que se colocan en los barrios con más problemas cuando no puede repararse la falla en tiempos razonables. El problema es que su costo operativo es muy alto.
De ahí surge la duda de sí todo este plan va a implicar mayores subsidios, lo que iría a contramano de la política oficial, o se trasladará a los usuarios. Como sea, serán mayores costos que afectarán los precios globales del sistema.
De la misma manera, la estrepitosa caída del consumo, los fuertes aumentos de tarifas y la baja en la producción industrial deberían mitigar el impacto de un verano muy caluroso o de las importaciones de Brasil para cubrir picos de demanda, algo que tiene un peso marginal en el suministro total.