La explosión de un caño durante una prueba hidráulica en La Carlota y el lento avance del tramo final del ducto que une esa localidad cordobesa con Tío Pujio generan incertidumbre. Además, Bolivia dejó de entregar gas natural.
La explosión de un caño durante una prueba hidráulica en La Carlota y el lento avance del tramo final del ducto que une esa localidad cordobesa con Tío Pujio generan incertidumbre. Además, Bolivia dejó de entregar gas natural.
Por
El último trimestre del año asoma muy complejo en materia energética para las provincias del Norte Argentino. Esa región, que se abasteció de gas natural de Bolivia durante los últimos 20 años, asiste a una novedad preocupante: no existen certezas sobre la fecha de finalización de las obras de reversión del Gasoducto Norte, planificadas originalmente para
estar en funcionamiento en abril de 2024.
Sucede que al asumir, la gestión energética, que encabeza Eduardo Ródriguez Chirillo, ordenó a ENARSA la revisión de los proyectos en curso, en el marco de la decisión de Milei de eliminar la obra pública, algo que finalmente en este caso no ocurrió porque la reversión tenía financiamiento internacional y por el consenso generalizado de la necesidad de su
realización. Sin embargo, la licitación se demoró y recién en abril se adjudicó el último tramo.
En paralelo, ENARSA negoció con una extensión por dos meses del contrato de suministro de gas Bolivia, que la gestión de Massa había acordado hasta el 31 de julio, al triple de precio que lo que se venía pagando, sin obligación de Argentina de tomarlo ni del vecino país de entregarlo. El problema es que desde hace unos días las importaciones cayeron a cero y el Norte Argentino necesita ese gas para generar energía eléctrica, ya que sus máquinas no funcionan con combustibles líquidos. “Al ser 100 por ciento interrumpible, Bolivia va a priorizar a Brasil, que con la crisis de agua que se le avecina va a tener que generar con gas”, explica una fuente del sector.
La noticia de la explosión de un codo de en una instalación del Gasoducto Norte en La Carlota -todo indica por la mala calidad de la chapa- aumentó las dudas sobre la finalización de esta obra, a lo que debe sumarse que hace pocos días se concretó el cruce del Río Tercero, un hito que debió haberse realizado hace más de dos meses. Desde Enarsa informaron que la obra estará en condiciones de transportar gas el próximo 10 de octubre.
Desde la obra no comparten ese optimismo. El tramo que falta de 22 km viene sufriendo múltiples inconvenientes, que muchos achacan a la falta de gestión de ENARSA, como la obtención de permisos para cruzar rutas. Si bien los primeros 100 km fueron terminados, algo celebrado por el Gobierno con bombos y platillos, de nada sirven si no se termina la parte pendiente.
“Lo de la explosión en la prueba hidráulica no va afectar, lo que me preocupa son los 22 km que faltan porque se viene demorando demasiado”, advierte un técnico que trabajó en el proyecto.